jueves, 23 de agosto de 2012

Esencia

        El siguiente texto no lo he escrito yo -ojalá-, es más, me gustaría saber el verdadero autor porque ya lo he visto un par de veces por la red. Apunte: la foto no es por puro ego; el fragmento ha quedado inmortalizado en ese, mi cuaderno amarillo, regalo de mi amiga Irene hace ya unos cuantos cumples. Allá va:

        "Pienso que tendrías que prescindir de la ropa. Tú y la desnudez tenéis algo que armoniza y, aunque seas realmente sexy no me refiero, tú lo sabes, a ninguna indecencia. Ocurre, simplemente, que desnuda resultas tan natural, tan inocente, juguetona, feliz y bonita... Se te ve justo en tu elemento."






martes, 21 de agosto de 2012

¿Quién es más esclavo: el que habla o el que calla?

        Hace ya unos días leí con mi amiga Laura la siguiente frase escrita en uno de los baños de la FNAC: "uno es esclavo de lo que habla mientras que otro es dueño de lo que calla". A priori me pareció acertada al cien por cien, mas seguí pensando en ella camino a casa y ya le saqué la puntillita. Bien es verdad que lo dicho está dicho, pero uno puede intentar desesclavizarse de lo hablado si después lo corrige (partiendo de la base de que la persona piense que lo que dijo fue un error o no lo pensara realmente, a veces somos así de traicioneros para con nosotros mismos), aunque las palabras ya habrán surtido, de primeras, un cierto efecto en la otra/s persona. Eso sí, hace falta coraje y estar hecho de una cierta pasta para hacerlo. En cuanto a que uno es libre de lo que calla, discrepo. Es cierto que uno es el único amo y señor de una información solo conocida por él mismo ¿pero no será también el más esclavo? A veces callarnos algo por un miedo de cualquier tipo -no estoy exenta, ni mucho menos (¡ojalá!)- puede tener un efecto fatal. En ocasiones tememos la respuesta que podamos recibir y optamos por el silencio (¡la vía de los cobardes!), por huir o esperar a ver si pasados unas cuantos lustros se alinea Venus con Plutón y con aquel planeta rosa fosforito de la tercera galaxia más cercana a SoGo, Naboo o a la Vía Láctea, que pal' caso... "Silence -mal nos pese- like a cancer grows", que dirían Simon & Garfunkel.

And in the end, the love you take...

        Antes de ayer fue mi primer día de trabajo como enfermera. He empezado en una planta de cuidados paliativos de pacientes críticos de cáncer. ¿Que si es duro? Eso es incuestionable. Ahora bien, como ya comenté en una entrada anterior, de lo que más estoy ganando es en experiencia sobre la vida. Siempre me ha gustado observar a la gente: sus actos, conductas, lo que dicen, lo que no dicen, lo que dicen y luego dicen que no dicen, etc.

      Hoy comenzaré esta entrada a raíz de una anécdota (qué raro ¿eh? Ya está otra vez la yaya Tere). Pues bien; he entrado en una habitación para darle la medicación a una chica joven. Al entrar la he visto de pie, con sus gafas de oxígeno en los orificios nasales, sus goteros, tubos, parches antiálgicos... Y una preciosa sonrisa de oreja a oreja de la que emanaba alegría y sonaba risa. ¿El motivo? Estaba acompañada de su novio, quien la estaba animando a andar por la habitación como si fuera una pasarela en la cual ella debía lucir su pijama rosa de Dumbo. Yo, inevitablemente, también me he contagiado de esa risa: una de esas que salen desde muy adentro, desde lo que los románticos llamamos corazón, y que aun ha permanecido no pocos segundos después de salir de la habitación, mientras caminaba sola al control de enfermería y que aun ahora, tantas horas más tarde, resurge para esbozarse de nuevo en mi cara al recordarlo.

       Asimismo, también hay una pareja que me despierta una ternura infinita y una cierta "envidia". Los conozco desde hace tiempo, por mis pasadas prácticas, pero ahora él se está apagando defintivamente y si no lo ha hecho aun, es porque su mujer es el fuelle que aviva la llamita. Podría afirmar que con toda la carga que lleva este hombre, solo una cosa puede mantenerle aun con vida y es las ganas de no separarse del cariño y la compañía que ella le profesa. ¿Sabéis qué es no quitarle a alguien los ojos de encima? Yo lo he visto aquí. Es verlarle por las noches y sonreírle a cada segundo por las mañanas. ¡Aun no la he visto dormir más de una hora seguida y siempre tiene luz en la cara! Y la sabe reflejar.

        Por desgracia, también se ven casos que nada tienen que ver con los anteriores (menos, gracias a Dios) que también le ponen a uno vidriosos los ojos de vez en cuando pero no de emoción positiva precisamente. Os podéis imaginar... O no. Pero no seré yo quien juzgue públicamente tales conductas, aunque para mí es inevitable no hacerlo para mis adentros.

        De todos modos, cuando volvía ya en Valenbisi por la noche a casa reflexionando sobre el por qué de tales contrastes (sí, a veces soy un poco "Mourinha") me vino a la mente la siguiente frase de la canción The end de The Beatles: "and in the end, the love you take is equal to the love you make".

        "Al final, el amor que recibes es igual al amor que das". 

        Y, salvo excepciones, suele ser así ¿no? Normalmente uno recoge en la vida lo que siembra o viceversa, o es pagado con la misma moneda. Y si una persona que da en la medida de lo que tiene o puede no recibe algo parecido de la otra parte al final, es porque tampoco debía de estar recibiéndolo previamente... Entonces, en realidad, si te has estado exponiendo -voluntariamente- a un intercambio en que la balanza no estaba equilibrada sino inclinada vertiginosamente hacia la otra parte... Debes planteártelo. Igual el problema es que hay gente que no se da cuenta -o no quiere dársela- de eso durante el camino y cuando llega al final del trayecto entonces ya es tarde y quiere esa compañía que, o bien él/ella no brindó tampoco, o que realmente nunca tuvo y no contó con el coraje para terminar con una situación desagradable en pro de la búsqueda de ese cariño sin tener que mendigarlo. Porque cuando alguien está bien no necesita a nadie (aunque seguro que hay que gente que influye en ese estado de bienestar personal) o no al menos en el sentido estricto de la palabra "necesitar". Es cuando flojean nuestras fuerzas o el ánimo cuando nos damos cuenta de quién está verdaderamente a nuestro lado; a la altura de las circunstancias.

        Así que, una vez más, vuelvo a dar mi voto a esta fabulosa cita del amigo Mc Cartney. Porque realmente, al final el amor que recibimos es igual al amor que damos, y si ahora mismo no es así, entonces algo falla.

sábado, 18 de agosto de 2012

Leche merengada

        En clase de lengua castellana, Carmen Tarazona lo llamaba asociación de conceptos; cine - palomitas, deportivo - rojo. Si a mí me dan las palabras "leche merengada" lo primero que me viene a la cabeza es lo siguiente: el abuelo Agustín (él sin canela, por descontado) - mi hermana Ana - la Plaza Mayor de Salamanca. Ese era el trayecto, uno de los tan esperados planes que se repetía en cada viaje a esta ciudad. Se dice que hay comidas que no simplemente gustan por su sabor (que también) sino que el subconsciente, al asociarlas a algo en concreto, un recuerdo por ejemplo, actúa aumentando la sensación de tal gusto, ya sea tanto para bien como para mal. En mi caso probablemente sea así, porque para mí es inveitable no evocar "al Tuerto" y a sus dos nietas, boca llena de berretes, disfrutando de un doble de leche helada, a rebosar de canela para la nieta mayor.

        Nunca me había planteado preparar yo misma la leche merengada (y eso que si hay algo que me gusta cocinar es postres dulces) pero un día, hablando con una paciente en el hospital salió el tema y le conté la batallita (que me guste contar mis andurriales de vez en cuando me viene de familia, concretamente, de mis dos abuelos) a lo que obtuve por respuesta: "pues ¡ay, hija! Yo preparo una leche merengada... ¡Apúntate la receta!". Y eso hice. La he preparado dos veces y os aseguro que es un éxito rotundo, así que la voy a compartir con vosotros.

       - Receta de Carmen C.

Ingredientes:

- 1 corteza de limón rayada
- 3 claras de huevo
- 1 l. de leche
- Azúcar (a partir de 150 gr. preferiblemente muy dulce)
- 1 rama de canela
- Canela en polvo

Preparación:

        Se raya la corteza de un limón. Se hierve la leche con la corteza rayada y la canela en rama. Se va añadiendo azúcar a partir de 150 gr. mientras se va calentando. Se deja enfriar. Se bate por una parte la leche y por otra, las 3 claras de huevo a punto de nieve. Posteriormente, se van incorporando a la leche sin que ni una ni otra se bajen. Una vez hecha la mezcla, se separa en tappers de plástico (permiten que la leche se enfríe antes) y se mete en el congelador. Pasada 1 hora se va separando con el cuchillo, se remueve muy delicadamente y dejamos que se siga congelando. Repetimos la operación pasados 45 minutos y una tercera vez, después de media hora.

        Es conveniente sacarla bastante rato antes de que se vaya a ingerir, para que esté fresquita pero no haya rastro de congelación. Se añade un poco de canela en polvo. Acompañada con barquillos está de muerte.

        Mmmm, qué morriña... Tengo que volver pronto a "Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado -y tu leche merengada han degustado-." Miguel de Cervantes ft. Teresa Requena de Vega.

lunes, 13 de agosto de 2012

Spinning + Dire Straits

        ¡Guau! Llegar derrotado al último cuarto de hora de la clase de spinning y que empiecen a sonar los teclados del Walk of Live de Dire Straits como colofón de la misma. Eso es motivación, damas y caballeros. ESO.

Here comes Johnny with the power and the glory
Backbeat the talkin' blues
He got the action, he got the motion
Oh Yeah the boy can play
Dedication, devotion
Turning all the night time into the day

        Yo que ya había optado por sentarme en el sillín me incorporé como si huviese un muelle en él y continué la "subida" a buen ritmo. A muy buen ritmo, me permito añadir. Madre mía, qué influencia puede tener un tema tan motivador como este en mi persona... Al salir no pude evitar comentárselo a Roberto, el monitor: "chico, hoy te has coronado. Si ya me caías bien antes, ahora me caes mejor".




miércoles, 8 de agosto de 2012

Mis momentitos: música + almohada

        Hoy escribiré sobre anoche (y no, no voy a hablar de masturbación ni nada por el estilo; lo digo por aquellos que hayan hecho una extraña primera interpretación del título más el comienzo). Todo sea por darle algo de vidilla a este blog. Va de música, sentimientos, tristeza, alegría... Sí, es algo personal pero no sé por qué me apetecía escribir de forma pública sobre ello.
 
        Ayer fue un día de trabajo duro, mañana y tarde, de asimilación de mucha información, etc. así que llegué a casa baldada y aturullada, di una vueltecita con mis amigas, cené y me fui a dormir con el iPod que he heredado de mi padre al que previamente le había metido una vieja carpeta mía de música que tenía por el ordenador a ver con qué me encontraba. Mezclados, había temas de hace igual 4 o 5 años con otros que he empezado a escuchar más recientemente. Nada más encenderlo suena un clásico: what a wonderful world de Louis Armstrong. De repente las lágrimas han empezado a resbalar por mis mejillas hasta llegar a la almohada; no ha sido tristeza exactamente, sino más bien necesidad. Mi memoria ha empezado a evocar recuerdos buenos desde años a a esta parte: personas, viajes, momentos concretos... ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? No, no tiene nada que ver con eso. Hablo de otro tipo de nostalgia: nostalgia acompañada de esperanza, confianza y fe en el futuro.

        Después de haber descargado un poco, lo justo (llorar de vez en cuando no es malo, a veces, incluso, lo considero necesario) he puesto temas musicalmente más animados: Never forget you de The Noissettes y Haven't met you yet de Michel Bublé (me encanta este segundo video clip). Mi mente ha empezado a fantasear, a imaginar escenarios y situaciones diferentes. Amo estos momentos de escapismo -que dirían algunos- pero yo no utilizaría este término, pues en mi caso esto no implica una huída de la realidad. Yo lo defino como la imaginación de ideas con un cierto deje surrealista las cuales hacer reales (o intentarlo, al menos) y que, por supuesto, son fantaseos que me hacen disfrutar. Momentos para mí. Ya me lo dijo Enrique Ten, el tutor, cuando me sacó un día del aula preocupado preguntándome si tenía algún problema porque en las clases que no invitaban al debate Teresa Requena tendía a la dispersión. Yo le dije que problemas, problemas no, que pequeñas preocupaciones, suponía, no diferentes a las de cualquiera, con lo cuál, entre risas concluyó la conversación con la siguiente frase: "Pues si no hay nada que te preocupe especialmente entonces es que tienes una vida interior acojonante". Más risas. Fue una conversación amistosa que recuerdo con cariño.

        Madre mía, yo seré una de esas abuelitas "cuenta-batallitas" a sus nietos, empiezo a ser consciente ¡jaj!, pero acaso ¿no fue mi abuelo así y no lo admiré como al que más? Mis nietos tendrán dos opciones: escucharme como yo hacía con El Tuerto o darme una "patá" en el culo (espero que sea la primera).

        Volvamos al meollo de la cuestión, xe, massa dispersióPreciso me encontrar de la película Cidade de Deus, esa fue una de las siguientes. Esta me gusta ponérmela cuando cruzo el Pont de Fusta, no me preguntéis por qué y luego algún tema de Ensemble c'est tout, película de la cual hablé en una entrada anterior.

        Para casi terminar, That thing you do de The Wonders (letra bajonera que acabo de buscar traducida en internet y que anoche me parecía de lo más positiva; en lugar de "no puedo aguantar eso que haces" pensé que decía algo así como "me encanta eso que haces" y me dio por pensar, con una sonrisilla cargada de positivismo "¿alguien estará pensando eso de mí?" -sí, puedo ser un poco pazguatilla de vez en cuando, ya lo sé-.

        Y para terminar ya del todo: Cousins de los Vampire Weekend y como guinda No buses de los Arctic Monckeys unas... ¿4 veces? O 5, yo qué sé. Cansinawoman es así. Y sonó y sonó hasta que Teresa Requena le dijo a Teresa Requena ¿no será ya hora de dormir, jovencita?
       
        PD. Aunque pueda sospecharse, Teresa Requena no es esquizofrénica que yo la conozco.

And I think to myself... Whay a wonderful world.

¡Uf! Qué verdolín más verdolín. No me deja poner ningún directo ni video clip.